sábado, 31 de octubre de 2015

Fomentar conductas innovadoras pese a la posibilidad de fracasar.

Es fácil sentarse en una sala de reuniones y aceptar que la innovación es importante, apoyar los objetivos que se desean obtener de ella, o incluso hacer alguna inversión en esa dirección, sin realmente entender las implicaciones que se derivan de la creación de una cultura innovadora. 

Es bien sabido que la innovación requiere esfuerzos, paciencia, enfoque e inversiones, para ser verdaderamante existosa. Por lo tanto, es fundamental que las personas que toman las decisiones en la empresa comprendan eso, y se comprometan a mostrar su apoyo sin vacilaciones en todo momento.

Según un interesante estudio de Accenture (Corporate Innovation is within reach: nurturing and enabling an entrepreneurial culture) los empleados, a quien se asigna entre sus tareas la de producir innovación, desean recibir más ayuda de sus directivos a la hora de generar nuevas ideas. Mientras que casi la mitad de los empleados (49 por ciento), afirma que el apoyo de sus superiores es muy importante, solo uno de cada cinco (20 por ciento) considera que recibe el apoyo necesario.


Otro dato del estudio que llama la atención, y que debería preocupar a aquellos que ocupan posiciones en la alta dirección, es el hecho de que el 42 por ciento de los empleados considere que la tolerancia al fracaso es un aspecto distintivo de las culturas innovadoras, aunque solo uno de cada ocho empleados cree que su compañía ha integrado ese aspecto en su cultura.  

Fracaso es una palabra que genera rechazo, y pese a que mucho líderes hablan acerca de aceptar el fracaso en un contexto de innovación, raramente esas palabras se ven acompañadas de una verdadera declaración del tipo y cantidad de fracaso que es aceptable, o de acciones concretas, que tengan como finalidad apoyar esas manifestaciones.

Cuando se inician proyectos de innovación, con el objetivo de crear nuevos productos o servicios, en mercados hasta el momento poco conocidos, algunos de ellos, o incluso muchos de ellos, estan predestinados a no ser exitosos. Esta es una realidad que afecta también a las empresas más innovadoras, y que son admiradas por su capacidad innovadora.

El miedo al fracaso es un asesino silencioso de los proyectos de innovación. El equipo de innovación puede ser menos radical y desafiante, y los directivos pueden retirar su apoyo al proyecto, incluso en el caso de que privadamente reconozcan que se trata de una buena idea, simplemente para no ser relacionados con un proyecto que ha fallado. Por todo ello, es importante asumir que un grado de fracaso es inevitable, e interiorizar que si no estás fracasando, es que no estás innovando.

Aceptar un cierto grado de fracaso, implica también revisar los incentivos. Hay que tener en cuenta que muchos empleados están muy ocupados con las funciones de su trabajo, lo cual les deja poco tiempo para innovar. Según el estudio mencionado más arriba, un 36% de los empleados cree que esto es así. Si a este hecho le añadimos que los incentivos están muy enfocados a resultados, es fácil entender que muchas personas prefieran centrase en sus funciones habituales, y no aventurarse en la generación y desarrollo de ideas, con un elevado porcentaje de posibilidades de fracasar.


Considerando esta falta de alineación, entre las palabras y las acciones, la función de RRHH puede ayudar a los directivos a sincronizarse con los empleados a través de fomentar actitudes más proclives a aceptar riesgos, a generar las condiciones para que los empleados se enfoquen más en las ideas que pueden incrementar los ingresos y los beneficios, e implementar sistemas de incentivos más adecuados a contextos de incertidumbre y en los que se desconocen los resultados.

Respecto a este último punto, es fundamental no solo incentivar resultados, sino que también se deben incentivar comportamientos. El reconocimiento puede ser un mecanismo importante a la hora de fomentar los comportamientos adecuados. Lo cual contribuye a crear una cultura innovadora, y a comunicar la importancia de la innovación en toda la organización.

La innovación tiene que ver con el descubrimiento, mientras que el negocio actual está más relacionado con la productividad y la eficiencia. Es evidente que los comportamientos deben ser distintos en ambos contextos. Sin aceptar que la innovación implica un grado de fracaso, y  sin ajustar los incentivos a esa realidad, difícilmente se generará innovación.

Muchos directivos argumentan que los empleados deben ser más valientes y mostrar menos aversión al fracaso, pero la valentía no debería ser necesaria si existiese el entorno adecuado. Uno que permitiese, e incluso fomentase, que las personas intentasen cosas nuevas pese a asumir que no todas ellas llegarán a ver la luz, y ser exitosas. 





martes, 27 de octubre de 2015

The Jazz Musician, un bronce y nuev@s amig@s.

Empece a juntar palabras en este blog en enero de 2011. Aún recuerdo, con bastante claridad, ese primer post. Supongo que las primeras veces, al menos de las cosas importantes, se recuerdan siempre. Y para mi el blog se ha convertido en algo importante, en algo que forma parte de mi vida. Si bien en ese instante, no sospechaba que esto fuese a ser así.

Ese día, la decisión de crear un blog, fue fruto de un arrebato. Surgió de la necesidad de expresarme. De compartir mis ideas sobre como debía enfocarse la innovación, especialmente en nuestro entorno más cercano. Pero lo primero que tuve que decidir fue que nombre le pondría al blog. Empecé a anotar posibles títulos. Buscaba un título que encajase con el enfoque que había pensado darle al blog.

Y al final me quedé con "The Jazz Musician". Sí, por raro que parezca me pareció un buen nombre :). Con el tiempo, he visto que tal vez no fuese la mejor elección. Lo digo, no solo por el hecho de que muchas personas me han hecho notar, siempre con elegancia y tacto, que el nombre podría no ser el más adecuado. Sino también, por la dificultad de vincular ese nombre con un blog de innovación. Por no hablar de las decepciones que debo haber creado a más de un aficionado al jazz, especialmente anglosajones, que han llegado a mi blog a través de alguna búsqueda en Google.


En el primer post que escribí, hice referencia al título del blog. En alguna otra ocasión he contado que es una metáfora de una de las ideas centrales que intento transmitir. La necesidad de crear empresas ambidiestras, algunos las llaman duales. Es decir, empresas capaces de explotar el negocio actual, y de explorar nuevas oportunidades de negocio. La explotación busca la eficiencia, la exploración el descubrimiento. De ahí el símil entre las orquestas de música clásica, y las bandas de músicos de jazz. 

A partir de ese instante, me dí cuenta de que tener un blog es un compromiso, en primer lugar con uno mismo. Pero también con los muchos o pocos lectores que uno pueda tener. Ese compromiso, obliga a realizar un esfuerzo constante por mantener una mínima frecuencia de publicación, así como un nivel de calidad y de rigor. 

En ocasiones, sin saber si hay alguien leyéndote al otro lado. Ni si en caso de haberlo, el tiempo dedicado a la lectura, le ha aportado valor. En otras, por el contrario, ciertos posts son compartidos, se reciben comentarios y se inician conversaciones que llevan a conocer a personas, algunas incluso llegan a convertirse en nuev@s amig@s. Esa es la mejor parte de tener un blog!

En definitiva, como todo blogero sabrá, un blog requiere esfuerzo, pero suele generar más alegrías que disgustos. Una de las más grandes me llegó el pasado 21 de septiembre, al recibir un correo electrónico en el que se me notificaba que el blog, había sido galardonado con la medalla de bronce en los premios de la Blogosfera de RRHH de 2015. 

El año anterior ya fue para mi toda una sorpresa recibir una mención especial, así que estar en el podium, junto a Andrés Ortega y Amalio Rey, era mucho más de lo que podía esperar cuando a principios de 2014 conocí la iniciativa del ranking de la blogosfera de RRHH (impulsada por la consultora Tatum y la revista El Observatorio de Recursos Humanos y relaciones Laborales) y decidí inscribirme en ella.

Me interesé por esa iniciativa, ya que pese a que "The Jazz Musician" nació siendo un blog sobre innovación, no hay que olvidar que son las personas quienes innovan, y que por lo tanto la vinculación entre RRHH e innovación es mucho mayor de lo que puede parecer, si tenemos en cuenta la  poca cantidad de publicaciones y artículos dedicados a este tema.

Precisamente la importancia de las personas a la hora de innovar, y el rol central que debe jugar la función de RRHH en la creación de culturas innovadoras, son también ideas centrales en muchos de mis posts, de ahí que el blog pasase, hace ya un tiempo, de ser un blog "sobre innovación" a ser un blog "sobre innovación y las personas que la hacen posible".

Por todo ello entenderéis que fuese para mi un placer, o mejor dicho, un "gustazo", poder asisitir al Manager Business Forum de Madrid, para recibir la medalla de bronce. En realidad, el premio fue también coincidir con el resto de premiados, Andrés Ortega, Roberto Martínez y Antonio Delgado , lamentablemente Amalio Rey no pudo asisitir al evento, y me quedé con las ganas de saludarle. Además pude también conversar con Jaime Pereira, medalla de plata en la edición de 2014, y con Eugenio de Andrés, impulsor y "alma mater" de la blogosfera de RRHH, entre otros. Ojalá todos ellos pasen a estar entre esos nuevos amigos que el blog me ha regalado.

Espero también que el blog me siga dando muchas más alegrías. Yo seguiré poniendo de mi parte para que así sea. Seguiré anotando posibles temas para posts en mi pequeña libreta, seguiré leyendo y escuhando a otros para aprender, y buscaré tiempo para escribir y compartir aquellas cosas que me interesan, y que creo que pueden interesar a otros. Y ojalá, a lo largo de este viaje, pueda contar con tu compañía.


Aprovecho para dar la enhorabuena al resto de blogs que han resultado premiados

El oro ha sido para el blog Sobre personas y organizaciones de Andrés Ortega

La plata ha sido para El blog de Inteligencia Colectiva de Amalio Rey

Las menciones especiales han sido para los blogs Reconocimiento Profesional de Antonio Delgado y Conciliator 2.0 Vs Dark Worker de Roberto Martínez.

En este enlace pueden consultarse todos los blogs nominados, cualquiera de ellos es merecedor de ser premiado.